sábado, 14 de febrero de 2015

TE VAS CON TODO EL DOLOR DE MI CORAZÓN

Hijo que se emancipa 
Es ley de vida. Los hijos abandonan el hogar para formar una nueva familia, compartir piso con amigos o para vivir ellos solos. De no ser así querría decir que no son capaces de enfrentar la vida por sí solos o que por falta de medios como ocurre hoy en día al no tener trabajo, tienen que seguir viviendo con los padres porque no pueden mantener su propia casa. El hecho de que deba de ser así no es menos doloroso.
Ya nada volverá a ser igual; te llamarán todos los días, te visitarán siempre que puedan o comerán en casa algún fin de semana pero tienen que llevar su vida y cumplir con sus compromisos. El único consuelo que te queda es el saber que la persona o personas con las que va a compartir su vida, sean buenas y los quieran igual o más que tú si cabe.
Hay muchas mujeres que sufren depresión cuando sus hijos se emancipan y se van del hogar. Es un vacío que queda en la casa que nada lo puede llenar. Hay que aprender a llenar tu vida con alguna actividad y acercarte más a las personas que están a tu alrededor para que no sea tan duro la ausencia de los hijos.
En mi caso la emancipación de mi hija está siendo gradual; un día se lleva algo de ropa a su nueva casa; otro libros, juegos, novelas; otro día zapatos, y así, poco a poco, se está yendo. Tengo que dar gracias a Dios porque por lo menos ha encontrado trabajo aquí y también su pareja y no han tenido que salir al extranjero en busca de trabajo, lo que me permitirá estar cerca de ellos. Se que la persona que ha elegido es muy buena, responsable y la quiere muchísimo lo que me da una alegría y una tranquilidad muy grande.
La emancipación se refiere a toda aquella acción que permite a una persona o grupo de personas, acceder a un estado de autonomía por el cese de la sujeción a alguna autoridad o potestad, como por ejemplo la emancipación de los hijos, la emancipación femenina o la de las colonias en el momento de acceder a su independencia.
Venia Aetatis
Se señala como antecedente histórico de la emancipación, a la institución romana de la "venia aetatis", que era concedida por el emperador a los varones de veinte años, por la cual esos menores de edad disfrutaban de una capacidad semiplena, que les permitía disponer de sus bienes muebles pero que no les autorizaba para hacer una donación o enajenarlos, sino hasta que alcanzara la mayoría de edad, que en Roma empezaba a los veinticinco años de edad.
En el derecho contemporáneo, el término "emancipación", se usa específicamente en el sentido de atribuir a un menor de edad, por parte de sus padres o tutores, la totalidad o la mayor parte de los derechos y facultades civiles, que normalmente conlleva la mayoría de edad. Asimismo, algunas legislaciones conceden la mayoría legal al menor de edad que contrae matrimonio.
En un sentido amplio, la emancipación es la obtención de derechos de la mayoría de edad sin aún tener 18 años. "Stricto sensu", proveniente del derecho romano; la emancipación es el término o extinción de la "patria potestad o tutela" de forma anticipada durante la minoría de edad. Es una semicapacidad relativamente rara en la práctica actual y puede considerarse un concepto análogo al "beneficio de la mayor edad" dado a sujetos a tutela desde los 16 años.

Las causas de la emancipación pueden ser varias:

  • Emancipación automática:
  1. Por mayoría de edad. Cuando el sujeto cumple la edad establecida en la ley para tener plena capacidad.
  2. Por contraer matrimonio. El menor de 14 años, queda emancipado previa dispensa judicial al contraer matrimonio. Puede ser emancipado antes del matrimonio o quedar emancipado automáticamente al producirse éste.
  • Emancipación a instancia de parte:
  1. Por un acta autorizante del padre (concesión paterna). Mediante negocio bilateral padre-hijo, conforme al artículo 317 del Código civil en España. Requiere que el menor tenga 16 años y su consentimiento. Se produce por escritura pública o comparecencia registral, además de inscripción en el Registro Civil.
  2. Por sentencia judicial (concesión judicial). Proceso voluntario iniciado a instancia del hijo, conforme al artículo 320 del Código civil español. Requiere 16 años mínimo en el menor, la petición de éste, la audiencia con los padres y la concurrencia de una causa legal. Se produce por auto judicial e inscripción en el Registro Civil. En caso de explotación laboral, al menor se le recompensará monetariamente por parte del tutor, embargando el sueldo hasta pagar el dinero utilizado del menor.
  • Emancipación fáctica (artículo 319 del Código civil español). Cuando el menor tiene vida económica independiente y los padres dan su consentimiento, aunque puede ser revocada.
La crisis económica ha influido en la dependencia juvenil de la familia en España, haciendo que siete de cada diez jóvenes entre 20 y 29 años vivan con sus padres, según un informe publicado por la Fundación La Caixa.
El 44,1 % de los jóvenes españoles viven en el hogar familiar frente al 40,7 % que lo hacía en 2005. En la actualidad, la edad media de abandono del hogar familiar en España se sitúa en torno a los 29 años, frente a países como Finlandia donde sus jóvenes se independizan con 23 años.
Nuestros jóvenes son los más formados a nivel intelectual y a la vez son los que con mayor incertidumbre y desconfianza viven y enfrentan su futuro. Muchos jóvenes que ya se habían independizado, han tenido que volver junto a sus familias por falta de medios para poder mantener una vivienda por ellos mismos.
Los jóvenes españoles manifiestan una desconfianza casi total respecto a los políticos, desconfiando de su gestión y valorando negativamente la gestión de los servicios públicos. Más del 50 % la considera como poco o nada satisfactoria.
En España, junto con Grecia, Austria, Portugal, Italia y Luxemburgo, es uno de los países que menos recursos destina a los jóvenes. El gasto social no supera el 2,9 % frente a países como Reino Unido, que les dedica un 6,6 %.
En España hay una preferencia cultural y social que asocia la formación de la familia con la estabilidad económica, a causa sobre todo por la falta de ayudas institucionales, mientras que los europeos valoran más la independencia porque así se lo inculcan tanto sus familias como las instituciones.
Desde que empezó la recesión económica a finales del 2007, la tasa de desempleo en España se ha duplicado situándose en un 25 % y la tasa de desempleo juvenil supera el 50 % frente al 19,7 % del año 2007. La situación de los jóvenes es especialmente preocupante, ya que el desempleo y las dificultades del mercado de trabajo para encontrar un empleo pone en peligro sus trayectorias profesionales y sus perspectivas de futuro.

EMANCIPACIÓN EN EUROPA
Un estudio elaborado por Eurostat, viene a constatar las enormes diferencias en la edad de emancipación de los jóvenes en los diferentes países que conforman Europa.
El estudio, que analiza el porcentaje de jóvenes entre los 25 y los 34 años de edad que viven con sus padres, muestra que los países con jóvenes más independientes son Dinamarca, con tan solo el 1,8 % de ellos viviendo en la casa paterna, frente a Eslovaquia con un 56,6 %.

































A la hora de analizar los resultados del estudio de Eurostat sobre la edad de emancipación de los jóvenes en Europa, hay que considerar aspectos como la situación económica de los diferentes países, la facilidad y las ayudas a la emancipación en algunos de ellos y por supuesto, sus tradiciones culturales.
Sin embargo, aunque no se puede establecer una relación causa-efecto, si parece evidente advertir, de que en el caso de los países con mayor número de jóvenes viviendo con los padres, tiene una influencia sobre la tasa de natalidad, ya que estamos hablando de una franja de edad entre los 25 y los 34 años, una edad idónea para procrear tanto en el hombre como en la mujer.
Casos que llaman la atención son los de Irlanda, donde el 22 % de los jóvenes en esa franja de edad sigue en casa, a pesar de tener una alta tasa de natalidad mientras Alemania, a la inversa, donde el 17,3 % de los jóvenes se independizan de los padres, su tasa de natalidad es muy baja.

España se está desangrando por múltiples heridas:

  1. La degradación de la sanidad pública, con listas de espera más largas, con muchos medicamentos que no entran dentro de los que dispensa la S.S., menos medios para la dependencia, etc.
  2. Peor educación pública y más cara, con lo que los más ricos tendrán los medios para poder costeársela. Se presupuesta menos medios y se conceden menos becas por lo que muchas personas no podrán optar a los estudios que desean.
  3. El acceso a la justicia más cara con costas tan caras que no pueden tener acceso a ella las personas con pocos recursos.
  4. Menos derechos laborales con más facilidad para despedir a los trabajadores.
  5. Evasión de dinero a paraísos fiscales con el beneplácito de quien tiene que impedirlo.
  6. Corrupción en los partidos políticos y en las instituciones y alcaldías.
  7. Fraude fiscal que se soluciona con amnistía fiscal.
  8. Pero la herida más grande y más fragante es la emigración de nuestros jóvenes a otros países por la falta de trabajo y oportunidades en nuestro país. Esta generación de jóvenes que habían recibido una educación superior y que eran el futuro de nuestro país. Se van y muchos de ellos no volverán porque España no se va a recuperar de esta crisis en muchos años y no les va a poder incentivar para que regresen. Seguramente encontrarán a su pareja y tendrán hijos y se asentarán en esos nuevos países y no regresarán a España o vendrán para las navidades como el anuncio del turrón. Y lo peor es que no parece que estén poniendo remedio a esa herida y perderemos a nuestros jóvenes mejor formados para siempre, con el dolor que ello conlleva para las familias y la pobreza intelectual para nuestro país.